martes, 2 de junio de 2020

Edipo Rey


GUÍA DE ANÁLISIS

Fase Analítica

a-     El paratexto

1-      ¿Cuál es la denotación y la connotación que se interpreta del título “Edipo Rey”?
Connoto y denoto que la obra trata de una persona que recibe el nombre de Edipo y además que es el rey, el soberano de una monarquía o un reino.

2-      ¿Qué significa la palabra Edipo? Comente.
Edipo significa “el de los pies hinchados”. Recibe este sinónimo porque cuando era un bebé, su padre el rey de Tebas le traspasa los piecitos con unos alambres y le exige a un plebeyo que se lo lleve lejos y lo cuelgue de un árbol para que muera. Así lo hace, pero, este no se espera a que el niño recién nacido fallezca y lo abandona. Los gritos del niño advierten su presencia y un pastor lo ve, lo descuelga y lo lleva donde Pólibo y Merope, estos lo adoptan como su hijo.

b-    El contexto o cuerpo del texto

1-      Describa y comente dónde suceden los hechos, espacio físico.
La obra se desarrolla en el palacio de Tebas que se ubica en Grecia en el año 439 a.C. Sufre una peste brutal que está matando a la población con un castigo recibido por la muerte del rey Layo.

2.       Caracterice física y psicológicamente los siguientes personajes:
Edipo: Es el hijo de Layo y Yocasta. Recién nacido su padre le atraviesa un alambre en los pies para que nadie quiera quedarse con un niño defectuoso. Es condenado por el oráculo desde antes de nacer y esto le causa la desgracia. Se le vaticinó que le daría muerte a su padre y que se casaría con su propia madre y engendrarían descendencia. Es valiente, amante de la justicia y la verdad, escucha al pueblo. Es severo con sus súbditos y consigo mismo. Prepotente, obstinado y a veces incrédulo. Se saca los ojos con unos pendientes para no ver el desastre que llegó a causar.

Yocasta: Es hija de Meneceo y hermana de Creonte. Esposa de Layo. Osada al retar al oráculo, pero débil y cobarde al no enfrentar el incesto. Se ahorca cuando se entera de la procedencia de Edipo.

Layo: Rey de Tebas. Hijo de Lábdaco. Esposo de Yocasta. Quiso ir en contra de las profecías del oráculo y mandó matar a su primogénito para evitar que este lo asesinara. Muere en manos de Edipo y se cumple la profecía.

Creonte: Hijo de Meneceo, hermano de Yocasta. Lucha por la justicia, ecuánime, se hace respetar. Es fiel a su gente. Ansioso por gobernar.

Tiresias: Es un vidente que interpreta al oráculo. Está ciego, es inteligente, le revela la dramática verdad a Edipo.

Coro: Se conoce como un personaje colectivo. Está organizado por los ancianos tebanos. Están agradecidos con Edipo por librarlos de la Esfinge.

Pólibo y Merope: Reyes de Corinto. Son los padres adoptivos de Edipo. Al morir Pólibo le hereda el reino a Edipo ya que no podían tener hijos propios.

Esfinge: Monstruo con cabeza y pecho femenino, garras de león, cuerpo de pero, cola de dragón y con dos alas. Mata a todos los viajeros que no son capaces de resolver su acertijo. Es temida por todo el pueblo. Se suicida cuando Edipo le da la respuesta a la adivinanza.

Sacerdote: ministro del culto de Zeus.

Corifeo: Dirige el coro y es amigo de Edipo.


3.       Describa y comente la verosimilitud de los hechos, ayúdese de las siguientes interrogantes: ¿Puede darse el incesto?, ¿Existe el patricidio? Explique cómo se da y relaciónelo con la sociedad actual.
Hace un siglo que Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX toma en cuenta la obra “Edipo Rey” para sus estudios e ilustrar que los deseos incestuosos son una primitiva herencia humana.
El incesto se da desde a.C y se evidencia en la literatura. Así como el patricidio. Los dioses por conservar el poder, por celos o por venganza han sido incestuosos a lo largo de la historia y siempre rodeados de polémica. Eran seres muy poderosos pero esclavos de sus propias pasiones. Cabe rescatar el mito griego de la creación del mundo donde Gea, la primera diosa, la Madre Tierra, quien concibió a su hijo Urano, el cielo, mantuvo relaciones con este creo descendencia. Como era el inicio del mundo y no había más hembras. También están las relaciones incestuosas por parte de Tiestes y Aéropo; Edipo y Yocasta, Crono y Rea, Zeus y Hera. Estos hijos cometieron patricidio e incesto a la vez.
En conclusión, podemos analizar que tanto el incesto como el patricidio nos han acompañado desde el principio del mundo y nos seguirá acompañando a lo largo de los siglos.


4.       Describa los siguientes espacios:

Mítico: Es un relato funcional que explica, a través de símbolos y alegorías, el sentido de la existencia. En cada mito, hay una explicación para justificar porqué el mundo funciona de esa manera.
En Edipo Rey observamos que se dan creencias como consultar al oráculo. Desde la mitología, se ha enfocado el tema del destino en relación con el politeísmo en la antigua Grecia, donde los dioses regían con sus leyes el destino de los hombres y se le sigue pidiendo a los dioses como Zeus, Atenea entre otros, para la realización de conflictos o simplemente para llevar el día a día. El oráculo se pronuncia ante una posibilidad absolutamente abominable desde el punto de vista cultural y moral para Grecia. El incesto y sus consecuencias que pesan no solo sobre los que han caído en él, sino sobre la sociedad entera. El peso moral de las acciones de los individuos recae sobre la sociedad en su conjunto. El sentido mítico de Edipo Rey llega a trascender de tal manera que hasta construye la imagen de un arquetipo- la relación de Yocasta- Layo- Edipo.

Psicológico: Este espacio está invadido de incertidumbre, dudas, dolor y culpa.
Layo intentó contradecir al oráculo y termina muerto en manos de su hijo. Yocasta piensa que ya ha evadido al oráculo y comete el incesto, esto la llena de culpa, dolor, desesperación hasta quitarse la vida. Se puede decir que Edipo es una víctima del oráculo y desconociendo el destino que le tenían preparados los dioses mata al padre y se casa con su madre. En psicología se le conoce como una profecía autocumplida. El dolor y la culpa hacen que Edipo se saque los ojos en castigo por los hechos cometidos.  

  1. Refiérase al contexto histórico, social, cultural y geográfico de la obra. Comente.

Contexto Histórico: La obra fue escrita por Sófocles en el siglo V antes de Cristo. Esta es la época de mayor esplendor de la Grecia Clásica y la del comienzo de su decadencia. Misma época de la guerra del Peloponeso. En cuanto al aspecto político se da la invasión dórica hasta el año 750 a.C, La conquista Roma de Grecia tras la batalla de Corinto. Los esclavos no gozaban de ningún derecho político.

Contexto Social: En el período arcaico, las polis fueron la verdadera unidad política, son sus instituciones, costumbres y sus leyes. Se constituyeron como el elemento identificador de su época.

Contexto Cultural: Es un pueblo que aún visita el oráculo y consultan a los videntes, por ejemplo, en este caso a Tiresias que es el que predice el destino de Edipo.

Contexto Geográfico: Las acciones se desarrollan en la ciudad de Tebas, el castillo aledaño a la zona. Ciudad Griega real y legendaria ubicada en la región de Beocia, cerca de Atenas. Se mencionan lugares como Citeron, Corinto y Delfos.


  1. Explique cómo los recursos retóricos están al servicio de la discriminación por razones del oráculo. El oráculo vaticina la desgracia de un pueblo por practicarse el incesto y el patricidio. Esto causa la tragedia al pueblo y a los personajes que no atendieron las predicciones del oráculo de Delfos y quisieron engañar a los dioses.

  1. ¿Cuáles registros léxicos se utilizan para estigmatizar a los personajes? Utiliza un lenguaje formal y como recurso retórico metáforas y símiles. El tono del coro es poético. Encontramos la ironía para estigmatizar.


Las estructuras de mediación

  • Señale y clasifique los intertextos presentes en la obra. Explique la función y la interpretación de estos en la obra.

 Los intertextos son el incesto y el patricidio. Estos temas se han desarrollado desde la mitologías y creaciones del mundo. En literatura encontramos cinco casos de incesto con sus valiosas historias. Por ejemplo, Gea primera diosa, la Madre Tierra y concibió a su hijo Urano, el cielo. Como era inicio del mundo, por lo tanto, no había más hembras, Urano se desfogó con su madre. “metáfora de cómo el cielo humedece a la tierra y la vuelve fértil”

El Patricidio por parte de Rea y Crono. Crono era hijo de Gea y Urano. Urano odiaba a sus hijos. Gea fabricó una hoz y convenció a Crono de que castrara a su padre Urano. A estos dioses los encerraban en el Tártaro que se encontraba en las entrañas del inframundo, más allá del Hades.

  • ¿Qué se dice del espacio social, político, religioso en la obra? Comente.

·         Espacio Social: Son clases sociales alta y baja. Alta con Yocasta, Layo, Edipo que son los reyes de Tebas. La clase social baja, el pueblo, precedido por los ancianos, reclaman a Edipo que están siendo castigados. El pueblo está plagado por actos que ellos no cometieron y piden que se encuentre el culpable de todas sus desgracias.

·         Espacio Cultural: Es un pueblo que aún visita el oráculo y consultan a los videntes, por ejemplo, en este caso a Tiresias que es el que predice el destino de Edipo. A través del diálogo se demuestra la cultura del Drama que es presentada por un episodio de la vida de un ser humano. La tragedia impera ya que Edipo mata a su padre y se casa con su madre. En aquella época se creía en los seres con poderes, en este caso el oráculo de Delfos que vaticinó la desgracia y la tragedia de Edipo y con ello arrastra a todo el pueblo de Tebas.

·         Espacio Político: Las acciones se desarrollan en la ciudad de Tebas, el castillo aledaño a la zona. Podemos observar que los reyes debían frecuentar el oráculo y hacer regir sus leyes a través de los vaticinios. En este espacio se hace una crítica a los reyes que botan a sus hijos dejando en el completo abandono para contradecir al oráculo. La obra recibe el nombre de Edipo Rey porque está dirigida a los reyes y dejarles una lección.


·         Espacio Religioso: Desde la mitología, se ha enfocado el tema del destino del hombre en relación con el politeísmo en la antigua Grecia, donde los dioses regían con sus leyes el destino de los hombres.


  • ¿Cuáles son las creencias, las opiniones, los prejuicios y los estereotipos que se describen en la obra? Los dioses tienen un papel muy importante en la decisión de los humanos. En este caso el dios Apolo, se hace figurar con sus palabras divinas y son exactas, por lo tanto, se deben obedecer sin titubeos y hay que respetar a quienes las profetizan, de lo contrario recibirán los castigos.
Se dice que el pueblo de Tebas está recibiendo los peores castigos porque no se hizo caso a los vaticinios del oráculo. Esto trajo como consecuencia el patricidio y el incesto. El mito de Edipo ha inspirado numerosas creaciones artísticas, literarias, pictóricas y escultóricas de todos los tiempos. También se ha dado el estereotipo del complejo de Edipo y el complejo de Yocasta con este mito.

  • ¿Cuáles son las implicaciones sociales e ideológicas que se derivan de la obra? No hacer caso a los designios del oráculo, ni las palabras de los dioses traen muchas consecuencias a los infractores como a su pueblo.

  • ¿Cuáles valores y antivalores podemos rescatar de esta obra? En la obra se pueden rescatar algunos valores como la valentía, el amor de Edipo, la fidelidad de Creonte, la compasión de Edipo. Y antivalores como: mentira, cobardía, ir en contra de la voluntad de los dioses.




Edipo Rey
Datos generales de la obra


Período Histórico
Antigüedad Clásica
Género Literario
Dramático
Subgénero Literario
Tragedia
Estructura General
Una obra de un solo acto
Estructura
Lineal
Lenguaje estilístico
Formal con muchas figuras literarias (símil /metáforas)
Lenguaje del coro
Poético, lleno de exclamaciones e invocaciones a los dioses

lunes, 11 de mayo de 2020

más sobre Ana Frank


Diario
Ana Frank

1.                  Investigue la época y el lugar en la que se ubica al autor de la obra “el Diario” de Ana Frank.

Anne Marie Frank, nació en Frankfurt en 1929 y murió en el campo de concentración de Bergen-Belsen, Alemania en 1945. Es de origen judía.


2.                  ¿Cuál es el contexto histórico, social y cultural que le tocó vivir a este autor?

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias. Fue la mayor guerra de la Historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de “guerra total” en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo de guerra, borrando la distinción entre recursos civiles y militares
 Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso por primera y última vez de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el más mortífero conflicto en la historia de la humanidad, con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas
El nazismo alcanzó importancia en los años 30, momento en que las duras condiciones de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntaron con la grave crisis mundial del Jueves Negro en 1929 (la Gran Depresión). En Alemania los devastadores efectos económicos se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de izquierda como de derecha
Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales, dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y resolver las crisis más efectivamente que las democracias. Tanto la URSS, como la Italia de Mussolini (quien fue elogiado por «hacer que los trenes corrieran a tiempo», es decir, por poner fin a las huelgas y caos económico que había dominado a ese país) y el Japón Imperial, países todos en los que se impusieron «gobiernos fuertes», no solo resolvieron la crisis a mediados de los 30 sino que fueron percibidas como restaurando el «orden social» aun con anterioridad a esa solución a problemas económicos.


3.         ¿Cuál es la procedencia étnico-cultural de este autor?

Anne Marie Frank es hija de una familia germana de origen judío, se trasladó con los suyos a los Países Bajos con la llegada de Hitler al poder en 1933. Durante la Segunda Guerra Mundial, después de la invasión alemana de Holanda en 1940 y de padecer las primeras consecuencias de las leyes antisemitas, Ana y su familia consiguieron esconderse en unas habitaciones traseras, abandonadas y aisladas, de un edificio de oficinas de Ámsterdam, donde permanecieron ocultos desde 1942 hasta 1944, cuando fueron descubiertos por la Gestapo.
Ana llevó un diario de ese período de reclusión, que su padre, único superviviente de la familia, dio a conocer acabada la guerra, después de que Ana y el resto de la familia hubieran sido detenidos y confinados en un campo de exterminio, en donde murieron. El Diario constituye un conmovedor testimonio de ese tiempo de terror y persecuciones.

4.       Este autor ha escrito otros textos, ¿Cuáles son los géneros?

Sólo tuvo la oportunidad de escribir el diario.
5.       ¿Cómo han clasificado y caracterizado su obra los estudiosos?

Esta obra se  conoce como el testimonio de referencia para la persecución nazi a los judíos.
Es el diario más famoso traducido a más de 70 idiomas, ha vendido más de 35 millones de copias.
6.       ¿En cuál de las clasificaciones se encuentra este texto?

Este texto es una novela de tipo autobiográfica, escrita en formato  epistolar, ya que son secuencias de cartas dirigidas a su amiga Kitty, en ellas cuenta  la vida, deseos, sentimientos y pensamientos de la autora.

7.       ¿Qué ha dicho la crítica sobre esta obra?
  • Que sin importar la edad, cada acto o escrito que hagamos se puede convertir en un hecho histórico. Al principio ella no estaba muy convencida de empezar contar su historia y sin saberlo se convirtió en un clásico de la literatura.
  • En cada carta Ana expresa sus sentimientos y refleja que a pesar de las nacionalidades, edad o color de piel todas las personas somos iguales y tenemos los mismos derechos y anhelos de vivir felices.
  • Su historia muestra  que cada hecho de la guerra solo deja tristezas, por lo que siempre debemos apostarle a la paz, a la esperanza y a la libertad.
  • Entender que a pesar de las difíciles situaciones debemos ser siempre nosotros, defender lo que creemos y  ser valientes para alcanzar nuestros sueños.

8.       ¿A cuál género literario pertenece este texto? Escriba sus características.

Relato autobiográfico que es el propio autor el encargado de expresar los pormenores de uno o varios aspectos de su vida. Es un tipo de redacción típicamente literario.
La autobiografía es el relato de la vida de una persona escrita por ella misma. Es una obra personal y
Características:

La autobiografía está estrechamente relacionada con otros géneros vecinos, como la biogafía, las memorias o el diario íntimo, entre otros, de los que, sin embargo, es posible distinguirla teniendo en cuenta determinados rasgos:
o   La autobiografía se diferencia de la biografía por la identidad entre el narrador y el protagonista del relato, que no se da en la primera.
o   Se diferencia de las memorias por poner el acento en la vida íntima del narrador, en el desarrollo de su personalidad. Las memorias se caracterizan por centrarse, sobre todo, en los hechos externos de la vida.
o   La diferencia entre la autobiografía y el diario íntimo o epistolario se basa en el hecho de que se trata de un relato retrospectivo, que se construye a partir de la memoria del autor, con un lapso de tiempo importante entre el tiempo de la escritura y el de los hechos narrados. En el caso del diario o carta, la escritura es paralela a los hechos.
o   Se distingue de la novela autobiográfica o novela con forma autobiográfica por la identidad entre el autor material del texto y el narrador, que se da en la autobiografía y no en la novela autobiográfica, que es una obra de ficción que finge ser una autobiografía del protagonista, como sucede con “David Copperfield” de Charles Dickens, o las novelas picarescas como “Lazarillo de Tormes” o “Guzmán de Alfarache”.

RESOLUCIÓN GUÍA EDIPO REY






CTP Piedades Sur
Departamento de Español
Profesora: Licda Carmel Molina Serrano
Nivel décimo

Resolución de la actividad #2 guía autónoma del 20 al 30 de abril de 2020


1.       ¿En cuál época y en qué lugar se ubica al escritor Sófocles?

Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C. - Atenas, 406

2.      ¿Cuál es el contexto histórico, social y cultural que le tocó vivir a este autor?

Sófocles fue un Poeta trágico griego. Hijo de un rico armero llamado Sófilo, a los dieciséis años fue elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el 468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas, cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.

Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas. Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.
Sófocles llegó a escribir hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la ciudad.



3.      Este autor ha escrito otros textos, ¿cuáles son los géneros? Cítelos.

De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey, Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colona y Electra. A Sófocles se deben la introducción de un tercer personaje en la escena, lo que daba mayor juego al diálogo, y el hecho de dotar de complejidad psicológica al héroe de la obra.


4.      ¿Cómo han clasificado y caracterizado su obra los estudiosos?

Edipo Rey es quizá la más célebre de sus tragedias, y así Aristóteles la consideraba en su Poética como la más representativa y perfecta de las tragedias griegas, aquella en que el mecanismo catártico final alcanza su mejor clímax. También es una inmejorable muestra de la llamada ironía trágica, por la que las expresiones de los protagonistas adquieren un sentido distinto del que ellos pretenden; así sucede con Edipo, empeñado en hallar al culpable de su desgracia y la de su ciudad, y abocado a descubrir que este culpable es él mismo, por haber transgredido, otra vez, la ley de la naturaleza y de la sangre al matar a su padre y yacer con su madre, aun a su pesar.
El enfrentamiento entre la ley humana y la ley natural es central en la obra de Sófocles, de la que probablemente sea cierto decir que representa la más equilibrada formulación de los conflictos culturales de fondo a los que daba salida la tragedia griega.

5.      ¿En cuál de las clasificaciones se encuentra este texto?

Se clasifica dentro del teatro como La tragedia griega. Fue una forma de drama popular que se representaba en los teatros de la Grecia antigua desde finales del siglo VI a.C. Las obras existentes representan un período muy corto de la historia. Las primeras obras de Esquilo se representaron alrededor del 480 a. C., y las últimas de Sófocles y Eurípides, a fines del siglo V.


Tanto Sófocles como Eurípides escribieron sus primeras obras en los cincuenta años desde 480, el final de la guerra con Persia, hasta el 430, el comienzo de la Guerra del Peloponeso con Esparta. Estos cincuenta años fue la época de Pericles, cuando Atenas estaba en su apogeo.


6.      ¿Qué ha dicho la crítica sobre esta obra?
La crítica puede emitir los juicios más contradictorios e inverosímiles sobre una misma obra con la buena conciencian que da el hábito de las ciencias del “espíritu”
Edipo Rey no es precisamente una excepción.
Algunos grupos opinan lo siguiente:

1-     Estudiantes de Oxford creen que Edipo sufre lo que merece por su carácter o su vana pretensión de eludir al oráculo, es decir, “un defecto moral”.
2-     Edipo Rey sería una “tragedia de destino” donde el hombre es un títere de los dioses y carece de libre voluntad.
3-     La tesis esteticista: Sófocles sería un “artista puro” y como tal no le interesa justificar a los dioses.
4-     Para los eruditos Edipo se convierte en una obra esfinge.
5-     O’ Brien propone esta distinción: Edipo representa la vida humana en general, pero ese sentido universal no es reductible a un sistema coherente de valores morales.

7.      ¿A cuál género literario pertenece este texto? Escriba sus características.

Tragedia griega 
La palabra tragedia significa “canto al macho cabrío”
La tragedia es una obra dramática que al final produce terror y compasión. Es una obra dramática de acción grande, capaz de infundir lástima y terror, en la cual intervienen personajes ilustres o heroicos, hace uso de un lenguaje elevado y su final es funesto.
Características:
ü Tiene un fin trágico.
ü Intenta producir terror y compasión.
ü Intervienen personajes heroicos.
ü Usa estilo y lenguaje elevado.
ü Los temas proceden del mito.


8.      ¿Cuál es el significado de los siguientes complejos:

1.      El Complejo de Edipo: Complejo de una persona, especialmente durante la niñez, por el que manifiesta un evidente sentimiento de amor hacia al padre del sexo contrario y un sentimiento de rivalidad hacia el padre del mismo sexo.

2.      El complejo de Yocasta: En el análisis psicoanalítico es el incestuoso deseo sexual de una madre hacia su hijo.

3.      El complejo de Electra: En psicología, complejo por el que una mujer, durante su niñez, manifiesta amor por su padre y rivalidad hacia su madre.


sábado, 11 de abril de 2020

A mí que me importa



A mí qué me importa

Guía de Análisis

Género literario: Ensayo

Características:

1.   Expresión variable: El ensayo está escrito en prosa y es breve. Las ideas se deben exponer de manera clara y precisa.
2.   Libertad expositiva: El ensayista trata el tema con cierta profundidad y rigor, pero sin intentar agotarlo. Su intención es analizar un problema.
3.   Variedad temática: El ensayo tiene la virtud de abordar cualquier tema, ya sea de ciencias, medicina o educación. Entre otras áreas.
4.   Lenguaje: El lenguaje empleado es expresivo y refleja vivamente los pensamientos o reflexiones del autor o de la autora.
5.   Tesis: El ensayo gira alrededor de una idea central, la cual se denomina tesis.
6.   Argumentación: El ensayo pretende persuadir a los lectores mediante la validez de su tesis. Para ello, el autor presenta diversos argumentos.
7.   Estructura: El ensayo consta de inicio o presentación, desarrollo y conclusión.
8.   Tiene carácter ancilar: Está al servicio de todas las ciencias.
9.   Es de carácter subjetivo: Está presente las ideas y pensamientos del creador.
10.                    Tiene un YO discursivo: es la voz que habla en el discurso.

Vocabulario
Evasiva: Salida o recurso con que una persona elude afrontarse a una dificultad, un compromiso o un peligro.
Admisible: Que puede ser admitido.
Polemizar: Entablar o sostener una polémica o una discusión.
Axioma: Enunciado tan evidente que no requiere de demostración.
Auscultamiento: Es un procedimiento clínico de exploración física que consiste en escuchar de manera directa o por medio de instrumentos sonidos del cuerpo.
Usura: Consiste en cobrar un interés excesivamente alto por un préstamo.
Iluso: Que se deja engañar con facilidad.
Epílogo: Parte de un discurso o de una obra literaria en la que se ofrece un resumen general de su contenido.
Vallar:  Cerco o valla formada con estacas.


Título
A mí qué me importa

Autora
Carmen Naranjo Coto

Nacionalidad

Costarricense


Nació
1928
Muerte
2012

Géneros que escribió
Cuento, Poesía, Ensayo, Novelas, Artículos periodísticos
Género Literario
Ensayo
Características
1.       Extensión variable
2.       Libertad expositiva
3.       Variedad temática
4.       Lenguaje
5.       Tesis
6.       Estructura
7.       Tiene un yo discursivo
8.       Es de carácter ancilar
9.       Es de carácter subjetivo

Obras importantes
Los perros no ladraron
Camino al medio día
Diario de una multitud

1.       ¿Cuáles ideas nos dice la autora sobre el ser costarricense que utiliza el término “A mí qué me importa”?
  1. ü    Un grito desnudo de libertad.
  2. ü    El silencio de la sensibilidad.
  3. ü    La ignorancia de nosotros.
  4. ü    La insinceridad de la desvaloración.
  5. ü    Exclama resentido la no importancia de aquello que le duele.
  6. ü    El costarricense es receloso de mostrarse a sí mismo sensible


2.       Comente cuál es su opinión respecto a las ideas anotadas. Mencione ¿con cuáles ideas está de acuerdo y con cuáles no, por qué?
Ø  Un grito desnudo de libertad: La frase “a mí qué me importa” es exclamado por el ser costarricense cuando se siente atrapado y juzgado por los demás, entonces esa frase lo hace sentirse libre, no quiere preocuparse ni alterarse.

Ø  El silencio de la sensibilidad: Es una libertad irresponsable, cuando el costarricense se ve acosado y se siente sin salida es dado a polemizar y le cuesta expresar sus pensamientos y sentimientos, justificar sus propios actos, se escuda en la frase “a mí qué me importa”.

Ø  La ignorancia de nosotros: Utiliza el nosotros para evadir toda responsabilidad. Por comodidad para alivianar las cargas y no aceptar la responsabilidad de sus propios intereses


Ø  La insinceridad de la desvalorización: “a mí qué me importa” es una oración tan negativa y a la vez poco sincera, ya que su expresión denota que al sujeto lo tiene sin cuidado, lo que digan de él. La utiliza para librarse del dolor, de la preocupación, del golpe que le ha dolido y que sigue doliendo. Busca diversos caminos para tratar de recuperar las fuerzas, pero en su interior se defiende con una capa de indiferencia.

Ø  Exclama resentido la no importancia de aquello que le duele: El costarricense con el “a mí qué me importa” demuestra su contradictorio resentimiento social. Exclama resentido y amargado la no importancia que le duele y le hiere. Le corresponde exhibir la valentía de rehusar las heridas. La ira, el resentimiento, el amargor se queman con “a mí qué me importa” son el combustible fácil de frases y frases.


Ø  El costarricense es receloso de mostrarse a sí mismo sensible: Cree que con eso se debilita, pierde su hombría y se descredita. Necesita negar para afirmarse, se siente libre e independiente cuando niega, se ve a sí mismo más hombre cuando encierra en la nada lo que le es extraño.


3.       Explique cuáles son los argumentos que utiliza el yo discursivo en el ensayo “A mí qué me importa” para apoyar su tesis.
El yo discursivo se apoya en los argumentos que utiliza el ser costarricense para expresar la frase “a mí qué me importa” dice que la frase enseña indiferencia, insensibilidad, inconsciencia, deshumanización, irrealidad caprichosa, mentira, irresponsabilidad, consuelo cobarde, carencia absoluta de valor y de independencia.

4.       Justifique en qué forma se manifiestan la función ideológica y la función expresiva en el ensayo.
El yo discursivo muestra una actitud de enfado, de descontento, al ver el actuar del ser costarricense. Es una actitud escudada en la mentira, en la resignación, el egoísmo; de una negación hacia la realidad, hacia la indiferencia. Es una actitud de negarse a sí mismo; en vez de pensar en sí mismo, copia; en vez de creer, miente; en vez de ser, imita; en vez de opinar, repite. Es una actitud de cobardía, de una traición.  Es un olvido de ser parte de la humanidad.


5.       Resuma las ideas principales del ensayo “A mí qué me importa”


Definición de:
1.       Función Expresiva: es la función determinada por los rasgos que expresan una actitud o sentido que intenta transmitirse al receptor mediante entonaciones o determinadas modalidades.

2.       Función ideológica: es la función que condensa el modo dominante de pensamientos. Se expresa por medio de ideas, valores, actitudes que se ponen de manifiesto en la forma de actuar de un individuo.


                                  A mí qué me importa                                     

“Entre la mentira y la hipérbole el lenguaje se destruye”.
(“El segundo sexo” de Simone de Beauvoir)

Si por comodidad y por medio a la individualidad, el hombre se esconde a través de un sujeto plural, cuando ya está frente a un suceso que lo conmueve, le repercute directamente y se refiere a su vida en forma concreta, pues ha tocado en alguna forma sus propios intereses, no hay evasiva posible en cuanto a una expresión que le pertenezca, sea parte de él. Ya no es admisible evadirse detrás del nosotros. Ese escudo no se puede aceptar. El hombre responde, ya escondiéndose dentro de sí mismo, “a mí qué me importa” y al enfatizar dentro de esa expresión dos formas del pronombre yo, está definitivamente sumergido en su propio círculo.

Para entender que, aunque solo, el hombre también se esconde en esta expresión, pongamos un ejemplo. Imaginemos que ha habido una resolución o un juicio que afecta a un hombre determinado. El pronunciamiento hiere su propia estimación. Frente a un suceso de esta naturaleza, se realiza en la práctica un acoso. El hombre se siente sin salida, porque es dado a polemizar sobre aquellos aspectos muy generales y poco íntimos en que puede exponer sus pensamientos y reservarse dentro de las palabras. Es muy fácil hablar, pero realmente dificultoso explicar actitudes personales, justificar los propios actos, hacer comprensibles las posiciones humanas. En nuestra época ese es un trabajo de técnicos, de psiquiatras o psicólogos. La facilidad con que se presenta el axioma socrático “conócete a ti mismo”, es un laberinto que nos perdamos la mayoría de las veces, en la práctica del intento. Este hombre acosado por un juicio ajeno a él mismo y que lo reduce a un concepto, tiene un camino fácil de salida. Entonces responde:

a mí qué me importa”.

La oración es tan negativa como insincera en la generalidad de su uso, pues quiere decir que al sujeto no le importa, le tiene sin cuidado el pronunciamiento o el juicio vertido sobre él. La razón busca desprender el malestar, hacerlo ajeno, suprimirlo de toda consideración y aprecio. Y cuando más hiera, más estorbe, más duela, el hombre afirma negativamente su importancia. Busca en la insinceridad de la desvalorización, librarse de las preocupaciones que tiene menoscabándolas. Pretende insensibilizarse ante el golpe que le ha dolido y le sigue doliendo. Por diversos caminos mentales, trata de recuperar su fuerza, pero exteriormente se defiende con una capa de indiferencia.
 La primera cosa que denota esta expresión, es la de que, en realidad, es un grito desnudo de libertad. El hombre al exclamarla desea sentirse libre de todo juzgamiento, insensible a cualquier golpe, normalmente acomodado a su circunstancia. Algo lo ha conmovido, algo que quiere olvidar, negar, apartar del círculo de su vida. Es el sentimiento de libertad defensiva que todo ser humano alega en determinado momento para sí mismo, con la gala desnuda de su egoísmo. No quiere preocuparse, no quiere sensibilizarse, no quiere alterarse.

Deseo limpio y desnudo de libertad irresponsable, libertad que en los momentos cruciales de nuestra vida exigimos porque nos estorba el comentario, la intromisión, el auscultamiento de nuestros actos, o porque nos queremos reservar en el nivel de nuestra propia seguridad, ignorando cualquier alteración. Esa libertad irresponsable es el silencio de la sensibilidad, la ignorancia de los demás, el reconocimiento genuino de nuestra esfera cerrada. El cierre de puertas a lo que no sea propio, exclusivamente personal, a las voces ajenas, a las demandas de otro, a los comentarios que afectan.

La expresión no cubre únicamente lo personal y con ello se abre otro campo al análisis.
A mí qué me importa”, se refiere a cualquier suceso que pretenda sembrar inquietudes ajenas a los intereses particulares. Resulta que los conceptos más difundidos, de carácter cívico y social como parte sustantiva de la vida de cada individuo, con los que se ha nacido y crecido, pueden exigir un esfuerzo, una colaboración extraordinaria, una integración espontánea u obligada de un individuo. El “a mí qué me importa” puede ser una respuesta que lleva consigo una traición, un olvidarse de las proyecciones humanas del hombre como parte de la humanidad.

Si por una parte el hombre puede tratar de olvidar lo que se refiere a sí mismo, en su deseo de una libertad eminentemente irresponsable, no puede declararse enemigo de la sociedad a través de un rompimiento tan absoluto como es el de ni siquiera considerar importancia alguna a un hecho colectivo. Olvida que ese hecho colectivo lo afecta como ser humano y como componente de la sociedad; no puede asumir una posición ajena a lo esencialmente social en cuanto a la relación cierta que existe entre los hombres ligados por circunstancias reales a su país, a un poblado o a cualquier forma conjunta de seres. No cabe, no puede caber en nuestra época, un concepto tan irresponsable como el de “lo que no fue en mi año no fue en mi daño”. Pero, suponiendo que esa expresión se refiera en un tanto sustancial a la versión histórica de cada cual, es todavía menos admisible el desprendimiento que significa el “a mí qué me importa”. Ya no hay consideración de tiempo, ya no hay pretexto de años, ya no hay distancias que disminuyen la intensidad de los acontecimientos, estamos dentro de la actualidad, en el momento preciso en que se puede hacer algo, en la dimensión de la historia que se hace, no la que se analiza.

La libertad irresponsable ante el gesto egoísta, se convierte en libertad vacía porque la libertad como un propósito individual, como un medio de salvaguardar el derecho a vivir aislado, como un grito inconsciente de hacer lo que viene en gana, es una libertad sin contenido humano. Nada se encuentra en ella, ni un gesto amigo, ni una señal de ternura, ni una prueba de consideración humana, menos el aviso de un sentimiento hondo como el amor. Puede existir la salvación individual porque es un acto de enfrentamiento del ser ante sí mismo o ante un ente superior, y la salvación individual no puede ser nunca la insensibilización, el olvido de los demás o la inconsciencia solidaria, pues comprende una rendición de cuentas sobre el grado de humanización.

Puede existir también la independencia personal, es más debe existir si se quiere ser alguien y adquirir calidad humana. Independizarse es el hecho indispensable para iniciar la valorización de los actos ajenos y propios, para darle importancia a las cosas. El que ha conseguido la libertad a fuerza de insensibilización, es un verdadero autómata, el moderno robot de nuestra sociedad, el capitalista del “a mí qué me importa” como reacción ante el acontecer humano divorciado del sujeto, la separación rotunda del yo ante el legítimo derecho de los otros pronombres, sobre todo la ignorancia del nosotros. Nos dice “a nosotros qué nos importa “, salvo el caso en que un interés determinado de irresponsabilidad y de egoísmo haya unido a un grupo.

Resulta que para referirse el estado individual y a la resignación conformista, el hombre se escuda en un sujeto colectivo. Pero, para apartarse de un hecho especial, usa su propio nombre impregnado en el yo, que en todos los idiomas abarca la propiedad de seres y cosas, de estados y reacciones, de gustos y repugnancias, de rechazos y aceptaciones. El yo es el agente más poderoso del idioma, sólo igualable de sí y al no como puertas de todos los pasos.

Es al yo al que no le importa. Y la negación se expresa con la partícula “qué” en sentido de medida para indicar la mínima, la importancia valorada bajo cero, similar a los termómetros, en que el cero empieza a tener un valor más negativo y se inicia la medida de la negación. La exclamación del “qué” equivale a la palabrota que se omite o que se sustituye en aras de la buena educación. El sinónimo en este caso no oculta, sino que enfatiza, destaca que no hay importancia, no la puede haber porque al sujeto no le importa. Desde ese punto de vista es una negación de la realidad, pues se está ante un hecho que no se valora, no se le atribuye importancia, casi no existe para el individuo. Es la expresión corriente del conocimiento subjetivo, es el soy dentro de lo que quiero que sea. Alguien podría opinar que el “qué” es interrogativo sin respuesta, pues va implícita en la frase. No se debe perder tiempo en tal digresión, en el fondo es lo mismo, la única diferencia es que el camino de la interrogación es más largo para llegar al mismo resultado.

El “A mí qué me importa” enseña indiferencia, insensibilidad, inconsciencia, deshumanización, irrealidad caprichosa, mentira, irresponsabilidad, consuelo cobarde, carencia absoluta de valor y de independencia. Nadie logra ser independiente por la puerta del escape, nadie llega a independizarse con los ojos y los oídos cerrados. Ser independiente exige lucha, enfrentamiento valiente con los problemas, victorias sobre el egoísmo e integración verdadera con el reconocimiento humano. La indiferencia es un peligroso camino hacia la esclavitud, es la dependencia del a mí sí me importa la pequeñez, la concepción del ser como pasajero agarrado a lo mezquino, la glotonería en el reparto de la usura social. La irrealidad caprichosa se demuestra en el deseo iluso de pretender únicamente lo aceptable desde el punto de vista de la comodidad de cada quien. Es el rechazo de lo incómodo, ya sea revestido en forma de pregunta, de inquietud, de pensamiento hondo, de preocupación social o personal, de conmoción íntima o de conciencia de altura. El hombre se miente a sí mismo con la expresión de “a mi qué me importa” y la mentira puede llegar a ser tan vital como la irresponsabilidad en que se ha sumido. La irresponsabilidad en nuestra época es una de tantas drogas con que, al negar nuestra realidad, también nos negamos a nosotros mismos. Se presenta como un epilogo el consuelo cobarde de la importancia, que significa la carencia absoluta del valor necesario para vivir como ser humano capaz de ser en la fuerte vibración de la humanidad.

En nuestro país, el “a mí qué me importa” refleja visiblemente el individualismo anárquico del costarricense. Individualismo porque tiene un profundo sentido de su conveniencia, no porque aspire a tener calidad de individuo y como tal necesite fortalecer su yo pensante o su yo persona. Está atento a sus intereses personales, a la comodidad estable de sus aspiraciones: un buen empleo, salud, abundancia de dinero, seguridad personal y familiar, libertad de movimiento sin responsabilidad y respeto a sus deseos de propiedad. Este es el fiel retrato del individualismo burgués. Carece el país de personalidades individualistas, casi se podría decir individuos. Nuestros políticos buscan ser la balanza exacta del costarricense mediocre, al que los hombres inteligentes y aventureros asustan, hasta los que piensan mucho resultan incómodos. Sobresalen en las campañas como perfectos representantes del individualismo masificado, son promesas de respeto a la indolencia frente a la superación, al ocultamiento de los problemas difíciles, a la reverencia a una tradición que se ha ido lavando y ha progresado en la pérdida de su verdadero sentido, de su idealismo original. Este individualismo es anárquico porque está configurado en cada costarricense, es una condición de su cerebro, no coincide en cuanto a valores en dos personas, no puede sumarse ni generalizarse, salvo en su común denominador: la tendencia a lo inerte ante de sacrificar un solo movimiento por el bien común o sea la preferencia a no actuar si en ello hay un mínimo peligro a la comodidad estable de cada uno.

El análisis de lo anterior nos puede llevar a una verdad en parte muy dura, y es la de que el costarricense no es individualista sino esencialmente egoísta. Nacido en un ambiente con apariencia de medio fácil, y en el fondo tremendamente hostil para formar con la austeridad necesaria a un verdadero individuo, el costarricense se pierde alegremente frente a las posibilidades que tiene de realizarse. En vez de pensar por sí mismo, copia; en vez de creer, miente y exige fe para sus mentiras; en vez de ser, imita; en vez de opinar, repite; en vez de valorar, exclama “a mí qué me importa”. El individualista es un ser que ha medido su propia importancia, por eso es individuo, tiene conciencia de su misión como ser humano y está influido por la responsabilidad de su trascendencia. El egoísta es un tipo inmanente a él mismo, pegado al valor rastrero de su alcance sólo puede dar importancia a lo que es significado a su propia comodidad. Lo demás pertenece a lo de su incumbencia. Es hasta el límite en que se empieza a incomodar.

Este negar importancia, este rodearse de un mundo ignorado, de otro ser sin derecho, este envolverse en la niebla para contar con la luz propia del capricho egoísta, enseña un sueño del costarricense; la libertad ilimitada en cuanto a cada quien, y limita para los demás, otorgada como una graciosa concesión a los otros mientras no molesten y sigan agradeciendo la dádiva. El sueño de libertad del costarricense es un sueño egoísta y es la señal del miedo profundo a vivir responsablemente.

Dentro de este sueño, también esconde nuestro pueblo el miedo de encontrar su realidad. Prefiere repetir Costa Rica es la Suiza de Centroamérica, a darse cuenta de los problemas sociales que tiene el país. Prefiere comentar que su café es el mejor del mundo, a concebir la realidad de un monocultivo sangrado como una bolsa de agua agujereada por los miles de escapes hacia una vida artificial de lujos y vanidades. Prefiere repetir que las mujeres son las más lindas del mundo, a sentir un gesto de hombría y de caballerosidad. Prefiere la permanencia de una ley ineficaz por el miedo terrible a lo nievo en el país, quiere que su patria tenga una cara envejecida y un cuerpo achacoso porque prefiere amar  al padre y negar al hijo o al nieto, su pensamiento no llega nunca al bisnieto.

El “a mí qué me importa“, además de negar la realidad, busca esquivar el tiempo. Lo que fue es un momento histórico y no se revisa ni se analiza. Lo que será es una incógnita que no preocupa y sobre la que no cabe presunción alguna. Y lo que es, es en cuanto a la realidad de cada uno entre el hoy, el ayer y el mañana, algo por hacerse que no se hace, dentro del cual el tiempo es una condición que no se puede aunar si se quiere a la realidad, pero que no es completamente necesario porque hay un momento en que el tiempo se viste de voluntad y otro de fatalismo. El costarricense no vive el tiempo, tropieza con él. Lo olvida con frecuencia y cuando se lo encuentra como un valladar imposible de vencer, la mejor salida es desconocerlo, negarle su importancia, expresar el “a mí qué me importa”.   

Pero, esa expresión rebela la sensibilidad patológica del costarricense como resultado de su irrealidad circunstancial y de su egoísmo vital. El costarricense con el “a mí qué me importa” demuestra su contradictorio resentimiento social, pues por una parte ha tendido a olvidarse de lo que no sea su propia comodidad y por otra exige consideración, respeto, libertad, privacidad para sus actos, simpatía para sus problemas, afinidad con sus inquietudes. Sensible como todo egoísta, sensible en la médula de sus derechos, exclama resentido y amargado la no importancia que le duele y le hiere. Su egoísmo se encuentra con los bordes de la realidad, que ha deseado ignorar y dar por no existente, entonces sólo cabe la negación aun más voluntaria, más evidente, más enfática. La negación obvia que trata de ocultar la sensibilidad resentida. El “a mí qué me importa” es el decir del sensible a lo propio, es el tono del hombre consumido en su propio egoísmo, al que le corresponde exhibir la valentía de rehusar las heridas. La expresión se convierte en las lágrimas que se esconden por el temor de llorar como acto libre del dolor. Falta más que nunca la palabrota y el costarricense no la omite porque sabe que la liberación plena es un incendio voluntario de palabras. La ira, el resentimiento, el amargor se queman con ellas, son combustible fácil de frases y frases.

El hombre generoso en el ejercicio egoísta es el hombre más sensible a la contabilidad del reconocimiento. Acostumbrado a negar lo real, afirma negativamente su sensibilidad, oculta de nuevo su resentimiento por el camino fácil de expresar su carencia de valor y de importancia, no quiere que nada trascienda por su alma ya herida. Se parece al moribundo que se niega a morir de la enfermedad de que padece y ambiciona otra, que contradecir en el último momento a la muerte. Es como decir no padezco de susceptibilidad, no estoy herido porque no quiero estarlo, por eso lo niego aun cuando sienta dolor y tenga los síntomas. La contradicción vital es el arma que aniquila al aparentemente más fuerte y equilibrado de los hombres. No es un secreto, no es un dilema existencial, es un escondite consciente que se pretende hacer inconsciente, que enferma la voluntad y acaba por aniquilar la condición sensible y humana de cada quien.

El costarricense es receloso a considerarse a sí mismo sensible, cree que con eso se debilita, pierde su hombría y se menoscaba. El “a mi qué me importa”. Necesita negar para afirmarse, se siente libre e independiente cuando niega, se ve a sí mismo más hombre cuando encierra en la nada lo que le es extraño.

Hay una honda fuerza negativa que debe dirigirse hacia propósitos humanos de superación y de altura, que exige una nueva educación, seriedad en todos los campos, verdadera responsabilidad social y un encuentro inmediato con valores e inquietudes, para conmover ese ambiente de oasis alucinado en que pasan la vida los costarricenses en espera de unas vacaciones eternas.

Confío en que, el pensador a quien busca este tema exclame con un gesto abierto a mí sí me importa.             
De “Cinco temas en busca de un pensador